Un “selfie” es una fotografía en la que
normalmente el fotógrafo y el retratado es el mismo. Ésta persona se
autorretrata y sube la fotografía a internet, especialmente a redes sociales
como Facebook, Twitter o Instagram.
Instagram cuenta con más de dos millones de
imágenes con la leyenda “yo”, 47 millones con “selfie”, y 133 millones con
“me”.
Esta moda comenzó en 2010 con la llegada
de teléfonos móviles inteligentes con cámara incorporada, aunque anteriormente
algunos “jóvenes trendy” ya practicaban esta actividad con cámaras digitales.
Los “selfies”
típicamente incluyen únicamente al fotógrafo, aunque existe una nueva
modalidad, el “selfie de grupo” en la que aparecen dos o más personas. Este
término no ha sido aceptado formalmente aún.
Este fenómeno se ha extendido de tal manera que, en agosto, la versión
digital del Diccionario Oxford de Inglés recogió la palabra “selfie”: “Una
fotografía que se ha tomado de uno mismo, por lo general se la toma con un
teléfono inteligente o cámara web, y es subida a un sitio web de redes
sociales”.
La cultura del autorretrato en adolescentes comenzó en 2004 junto a una
“tribu urbana” conocida como los floggers . Además de por sus bailes o looks
típicos, tenían como afición compartir “selfies” en la red social Fotolog.
Robert Cornelius, un pionero de la foto en Estados Unidos, ya se había
autorretratado en 1839, quizás fue el primero en realizar una verdadera
“selfie”, dando paso a una tendencia que desde entonces sigue en auge.
Podemos ahondar más en el pasado anterior a 1839. Pintores como Rembradt, El
Greco, Van Gogh o Renoir fueron prolíficos al autorretratarse. Esto sería la
prehistoria de los “selfies”, cuando no existía la fotografía ni las cámaras
digitales.
El artista José Miguel Rojas explica que el autorretrato es un fenómenos
meramente occidental y en su caso particular le sirve para registrar sus
estados de ánimo.
Pero, ¿el “selfie” actual es una manera de demostrar únicamente los estados
anímicos?
“Para algunos, esta cultura
selfie es a su vez un autorretrato de una generación obsesionada con la
frivolidad y la imagen. Los otros responden con “no se estrese, abuelo, tampoco
hay que exagerar”. -Largo Camino-
Podemos afirmar que hay una diferencia entre la intención que tenía Van
Gogh y la de Justin Bieber , Miley Cyrus y muchas otras celebrities que suben
fotos a las redes sociales haciendo muecas.
Algunos definen a la sociedad actual como
frívola, superficial y escasa de valores tradicionales. Quizás, ésta sea la
causa del apogeo de los “selfies”. El individualismo o yooismo es predominante
en las sociedades occidentales, y, ¿qué mejor manera de mostrarlo que
fotografiándose a uno mismo? Estas imágenes son la metáfora perfecta para el
egocentrismo contemporáneo: “¡Mírenme!”.
Los “selfies”, además, están pensados al
detalle, la raya del pelo se encuentra en el centímetro exacto y tapa
minuciosamente el rabillo del ojo. Los “morritos” y los dedos al estilo
victorioso de Winston Churchill son también muy comunes.
Existen otras razones por las que muchos realizan “selfies”:
para llamar la atención de otras
personas, levantar la autoestima o presumir de logros.
Los famosos son un rango muy amplio de “autorretratados”, y estos
son los primeros en necesitar la publicación de fotos para aumentar su
notoriedad.
Así, encontramos a Kim Kadarshian, Miley
Cyrus, Selena Gómez, Lady Gaga, las hijas de Obama, españoles como Paula
Echevarría, etc. Pero sin duda, el rey de los “selfies” es ¡Justin Bieber!.
El fenómeno de las “selfies” llegaría a su punto
álgido cuando la revista Rolling Stone colocase en la portada de agosto un
autorretrato de Jahar Tsarnaev, el sospechoso por los atentados terroristas en
Boston.
Por último, las “selfies” no se limitan a
retratar un rostro bonito o gracioso. Este fenómeno ha derivado en “selfies
funerarias” ahora de moda en redes como Tumbrl e Instagram y los “sex selfies”,
dónde el fotografiado expone alegremente su cuerpo prácticamente al desnudo.
Las
“selfies” son sin duda una de las mayores modas desde el 2010. Es algo
divertido y social, una manera de llegar a muchas personas y darnos a conocer.
El problema está cuando su finalidad es egocéntrica o imprudente…
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